HEPATITIS ¿POR ADENOVIRUS O CON ADENOVIRUS?
A principios de abril, las autoridades británicas saltaron las alarmas por una serie de casos de hepatitis grave en niños que en algunos casos resultaban en trasplantes de hígado o la muerte del niño. Más adelante se han ido detectando casos en otros países del mundo. A día de hoy ya se han contabilizado 200 casos en total en el mundo, en niños desde un mes a 16 años de edad. Dos de ellos han muerto y un 10% ha necesitado un trasplante de hígado. En España se han dado hasta ahora 22 casos en niños de 0 a 16 años. En 4 de los 8 casos analizados el test de PCR para detectar adenovirus en sangre ha sido positivo. Este extraño brote ha pillado bastante de sorpresa a las autoridades y a los medios, pero gracias a las intensas investigaciones desarrolladas ya existen dos teorías del origen de este brote.
¿Cómo es la hepatitis producida por adenovirus?
Este tipo de patología hasta ahora era provocada por virus de hepatitis o por adenovirus en niños con las defensas comprometidas (bien por enfermedades de nacimiento o por tratamientos contra el cáncer). Como ninguno de los niños observados ha resultado positivo para virus de la hepatitis, pero sí algunos de ellos para adenovirus, esta ha sido la primera teoría que se ha barajado.
A favor de esta teoría está el dato de que se ha detectado adenovirus en muestras de sangre del 50% de los casos. Sin embrago, no todo encaja. En ningún caso de los que se han analizado se ha encontrado adenovirus en muestras de tejido hepático, como muestra un informe de los CDC de EEUU analizando 9 casos de hepatitis en niños de Alabama con PCR positiva para adenovirus en muestras de sangre. Este es un dato importante ya que (como nos recuerda el gastroenterólogo Farid Jalali,
hasta ahora, cuando un niño había presentado hepatitis por adenovirus siempre se había encontrado dicho adenovirus en las muestras de tejido hepático. Tampoco es muy convincente el hecho de que el 50% de los niños resulten positivo al hacer test de PCR para adenovirus en sangre. En niños sanos, los adenovirus producen síntomas leves del tipo de un catarro. De hecho, según Farid Jalali, un porcentaje alto de niños sanos resulta positivo para algún tipo de adenovirus al hacerle un test aunque no presente ningún signo de síntoma.
Con el fin de explicar la aparición de hepatitis adenovíricas en niños anteriormente sanos, se ha propuesto que el susodicho adenovirus está afectando más seriamente a los niños sanos debido a los confinamientos relacionados con el covid. Me explico: al no haber estado los niños en contacto con microorganismos por haber estado confinados o usando mascarilla, serían susceptibles a que un adenovirus les produjera síntomas más graves. Esta explicación, aunque un poco retorcida, podría explicar los casos en niños pequeños, pero es que las hepatitis se han producido en niños de hasta 16 años. Los niños más mayores ya debían haber estado en contacto con adenovirus antes de la pandemia, y por tanto sus defensas están ya entrenadas, con lo que un adenovirus normal no les produciría una hepatitis tan grave. Otra posible explicación es una cepa más virulenta de adenovirus, lo cual se está explorando.
¿Puede ser producido por covid?
Se sabe que el Covid frecuentemente daña el hígado en pacientes con enfermedad grave, siendo este efecto más común en adultos, ya estos presentan casos más graves. Pero también se ha descrito algún caso en niños, como este de 2021 en un niño de 10 meses. Muy pocos de los niños en el presente brote de hepatitis han resultado positivos en un test de covid, por ello inicialmente se ha excluido la opción de que se trate de covid.
Sin embargo, sí existe un efecto del covid en niños que recuerda a lo que estamos viendo ahora con estas hepatitis. Se trata del MISC-C, un síndrome inflamatorio que se produce en algunos niños unas semanas después de pasar el covid. Se han dado pocos casos, aproximadamente 2,1 casos por 100.000 niños. Lo curioso es que se suelen producir brotes de este síndrome aproximadamente un mes después de una oleada producida por el coronavirus. Además, la mediana de edad de los niños afectados es de 9 años, y el fallo hepático es uno de los síntomas que presentan. Estos niños siempre han resultado positivos en test de anticuerpos de covid, pero no necesariamente en una PCR, ya que el síndrome se produce cuando ya han pasado la enfermedad.
Hay que tener en cuenta que ómicron ha producido un cuadro con más predominancia de síntomas gastrointestinales y es una variante altamente transmisible. Esto nos hace sospechar que muchos niños pueden haber pasado la enfermedad sin enterarse o pensando que era una simple gastroenteritis. Por ello, no podemos excluir aún que este brote de hepatitis sea un tipo de MISC-C producido por ómicron. Para comprobarlo, sería bueno saber si los niños que han presentado esta patología han resultado positivos en una prueba de anticuerpos de covid, y si sus tejidos hepáticos presentan SARS-CoV-2. De momento no se han hecho públicos este tipo de datos. Esperemos tenerlos pronto, para poder completar este difícil puzle y determinar la causa de tan graves hepatitis.